Experiencias de la vida real

Este espacio está dedicado a las personas que han tenido alguna experiencia en su vida que atribuyen a los ángeles.

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Un ángel en la noche

Vivo en la Ciudad de Buenos Aires. Soy profesora y hace unos años dictaba una materia en el turno noche. Cuando regresaba a mi casa en el auto, se le rompió la cadena de distribución y quedé varada en una zona peligrosa. de día hay mucho movimiento porque se venden repuestos de autos , pero de noche queda desierta. El auto quedó en el medio de la calle. Yo no tenía teléfono celular. Ví un teléfono público y corrí para llamar a un auxilio mecánico, pero el teléfono solo funcionaba con tarjeta. Y demás está decir que yo no tenía tarjeta telefónica. Volví a sentarme en el auto diciendo: ¡Dios mío! ¿ Y ahora , qué hago? De repente un auto se estacionó a mi lado . El Señor que conducía me ofreció su ayuda que acepté al instante. Me ayudó a correr el auto junto al cordón y luego me prestó su tarjeta telefónica. Pude llamar al auxílio mecánico. y este Señor se quedó sentado en su auto hasta que vinieron en mi ayuda . Sin lugar a dudas un ángel de Dios.

Esther de Capital Federal

Milagro en Tucumán

El día 31 de Marzo fuimos a almorzar en mi suegra, es como un día más, alrededor de las diecisieis y quince, mi cuñada, Emilita, entró a unos de los cuartos, allí el pequeño Jero de dos años, en su media lengua dice: - Iso, Iso ... mientras señala la ventana de un segundo piso que da a los jardines del edificio. Emilia, cree que Isolina arrojó un juguete, pero es la niña tendida la que está inherte en el suelo; me cuenta Emilia que no podía moverse ni hablar ante el hecho, ella solo atinó a gritarle: ¡Isolina! Y la pequeña levantó su cabecita del piso.

Es ahí cuando veo a mi cuñada gesticular algo que no entendía, y pronuncia la terribles palabras: -Isolina se ha caído por la ventana-. Yo solo atine a bajar, a buscarla, cuando penetraba en mis oídos el grito desgarrador de mi marido, que observa el hecho de la ventana.

Bajo la puerta que da al jardín, está cerrada, todos corren buscando la llave, todo sucede y yo ahí ... veo que mi esposo llega a la pequeña y la toma en brazos, la carita la tiene ensangrentada, él me mira y me dice: ya está, todo está bien ...; me tranquiliza, y emprendemos viaje al Hospital de Niños, donde es recibida en la guardia con muy buena atención, que comienza con la colocación de un cuello ortopédico, placas y análisis,

A todo esto Isolina presenta endurecimiento de estómago, lo que hace temer que un órgano estuviera comprometido; a esta altura los médicos hablan de operarla, para parar la hemorragia.

En comunicación con el pediatra, que atiende a mis hijas, Dr.Dios que decidimos el traslado a un nosocomio privado, en búsca de un tomógrafo. Allí comienza una sucesión de nuevos estudios, los que determinan que Isolina no tiene nada, Ni golpes ni magulladuras, su pequeño cuerpito, al que yo revisé minuciosamente no presenta ni un solo moretón; ella está perfecta, habla y juega como si no le pasara nada.

Los médicos me hablan y todos coinciden en algo cuando me decían: - “Hace de cuenta que la niña no se ha caído, que no ha pasado nada porque no presenta ningún síntoma ni tiene nada”. Yo solo pensé, Dios existe y esto es un milagro.

Luego de un par de días de observación en terapia, volvimos a casa.

Este domingo pasado, el 22 de Abril, ella me dice: - Mamá, he visto a la abuelita Piba en un bosque con una chiquita y después se ha ido al cielo de nuevo.

Le pregunto: - ¿Cómo es la abuelita Piba?, su respuesta fue inmediata: - ella es viejita, tiene el pelo blanco, los ojos celestes y la piel muuuy blanca.

Sorprendida ante la respuesta, porque quiero aclarar que la persona de la que habla mi hija, es mi abuela paterna muerta en el 2001, a quien he amado y la sigo amando porque su presencia está en mi alma...

Insisto y le vuelvo a preguntar: -¿Cuándo has visto a la abuela?.

-El domingo pasado, pero mamá ya no me duele el golpe de la ventana. Mamá cuando me caí todos lloraban, vos, el papá, la madrina ... los angelitos lloraban muchos. Ellos son pequeños y llevan alitas......

Marcela Escaño de Cruz Lozano, mamá de Isolina y Josefina

Auxilio en el Lago

Mi marido estaba a la orilla de un lago, vio una islita enfrente, decidio ir hasta ella a nado.Llego bien a la isla,la recorrio un poco, pero a la hora de cruzar otra vez al lugar de origen, se sentia cansado y veia mas larga la distancia. Pero tenia que cruzar o cruzar.A mitad de trayecto, se le durmieron las piernas del frio!!! hizo la planchita para mantenerse a flote y penso....aca me muero.A unos 15 minutos, aparecio una pareja en bote ,con aire angelical (rubios) .Lo dejaron en la orilla, cuando se incorpora para darles las gracias...NO ESTABAN !!!!!!

Enviado por Gabriela

por Mirta Fenandez